Cada vez son más las personas que sufren de esta nueva fobia
FOMO (Fear Of Missing Out) que traducido al español es “miedo a perderse algo“, es una patología psicológica generada por el miedo a quedarse desfasado en el mundo tecnológico, o a no desarrollarse al mismo ritmo que marcan los demás. Algo así como a perderse algo de lo último que está pasando.
Esta nueva forma de ansiedad aparece tras la popularización del móvil y las redes sociales, y se convierte en la necesidad compulsiva por estar conectado.
Según un estudio de JWT, 3 de cada 10 personas de entre 13 y 34 años experimentaron esta ansiedad. Los hombres son más propensos a desarrollar este síndrome en comparación con las mujeres
El no apartar la mirada del móvil cuando estamos compartiendo alguna actividad con los demás, se ha convertido en algo habitual. Redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram permiten que cualquiera pueda comparar su vida con las de muchos otros en tiempo real.
Casi dos tercios de usuarios de redes sociales se sienten obligados a estar permanentemente conectados a Internet. La adicción a mantenerse actualizado en las redes sociales es proporcional al miedo que se siente al no poderlo hacer en tiempo real.
FOMO es la manifestación de un miedo ancestral, el de la exclusión. Estamos educados para formar parte de un grupo, y hoy en día las redes sociales cumplen el papel que anteriormente desarrollaban las amistades físicas.
A continuación te sugerimos unas prácticas para liberarte de este trastorno y mejorar tu bienestar general.
Tómate tu tiempo
Nos pasamos el día corriendo de acá para allá. Come, conduce, pasea o cualquiera de tus tareas cotidianas sin estar pendiente del móvil. Planea momentos para simplemente, no hacer nada.
Aprende a distinguir
Diferencia lo que es importante y necesario de lo que es meramente deseable. Evita que las redes sociales dominen tu tiempo. Así tendrás más ocasiones para dedicarte a cosas más gratificantes.
Cuidado con la envidia
Ves una foto en Facebook de tu amigo disfrutando en una fiesta, o a tu compañero de viaje por el Caribe, y sientes que tu vida es de un aburrimiento total mirando como los demás no paran de pasarlo bien mientras que tú estás tirado en el sofá. ¡Cuidado!, esto puede convertirse en resentimiento.
Haz cosas sin contárselas a los demás
Realiza actividades por que te gustan hacerlas, no para después contarlas a los demás. Piensa primero en ti y no des tanta importancia a la opinión y la atención de los demás. No trates de estar permanentemente informando de cualquier detalle de tu vida porque esa no será tu vida; será la que vives para los demás.
Limítate el tiempo de conexión
Procura establecer un tiempo máximo cada día de acceso a las redes. Si quieren contactar contigo, deberán hacerlo de otra manera.
Disfruta
La atención que dedicas a lo que te llega a través del móvil se ha convertido en una dependencia que está limitando la importancia de todo lo que te rodea. Es más importante una mirada acompañada de una caricia, que el mejor de los selfies de cualquier estrella de Instagram. Da a cada cosa su importancia.
Prioriza las relaciones personales
Las buenas relaciones físicas superan a cualquier cantidad de seguidores o experiencias virtuales. Invertir tiempo y energía en relaciones cara a cara, es un antídoto milagroso contra el FOMO.
Saborea el momento
Vive el momento y goza de las experiencias placenteras en lugar de apresurarte en busca de la próxima emoción en tu móvil. Disfruta a fondo los placeres sensoriales y cultiva sensaciones que aparecerán en tu vida diaria lejos de la virtual.